Ayer pensaba mientras estaba en ese club de reggae y la luz de la pantalla me encandilaba, que la noche urbana tiene ese toque de vertiginoso, como ir por una carretera sin regreso, un túnel de piedra.
Es el limbo, el mismo que sentía en Santiago a la madrugada, cuando ya no importaba nada.
Esta noche porteña es diferente; no podría comparar las noches de Gibraltar con la noche terrible de ayer. Y es que en un momento vi la línea muy clara, esa misma de la que me vine escapando. Y me molesta, me arde, porque me quedo como desprotegido, y una astilla parece como una jabalina romana.
Es cierto, me gusta pensar en lo irreal que es todo, en lo insoportable que resulta tenerlo al frente y no poder tenerlo realmente.Es divertido verme por fuera y pensar en lo idiota que puedo llegar a ser . Aprenderé alguna vez? Por qué no la puedo hacer de oro realmente?
Nuevamente me veo escribiendo en este mismo bar de Chile y Defensa, solo y con ese sentimiento de pérdida. Pero no tengo mucho que perder.
Las cañitas.
domingo, 9 de mayo de 2010
Publicado por Ale en domingo, mayo 09, 2010
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